10 marzo, 2007

LITERATURA: ESA MAESTRA

LA DAMA DEL ALBA (magistral obra de teatro - Autor Alejandro Casona)
El tema real de la obra es la Muerte, sin embargo, el diálogo y la verdad en el ser humano que busca responder a sus interrogantes, que busca la verdad en el contacto y conversación con el otro, pudiera ser otro tema de anális. Al final de esta obra, esa verdad dura y cruel (la verdad de Angélica) queda ocultada en aras de la bondad y felicidad humanas, evitemos el dolor y huyamos del sufrimiento llamando belleza a lo que no lo es. Supone otro tema de fondo y real de esta obra, que merece análisis y profundidad. ¿Dónde comienza la bondad ocultando la verdad para evitar el sufrimiento a otros? ¿Se da cabida a la misericordia ocultando la miseria humana? ¿Cuál debería haber sido el acto verdadero en el final de la obra?

El diálogo con sus preguntas y respuestas está presente permanentemente en la historia del ser humano. Sócrates, en el diálogo “Los tres filtros:

¿Sabes, Sócrates, lo que acabo de oír a uno de tus discípulos?
- Antes me gustaría que pasaras la prueba del triple filtro. El primero es el de la Verdad. ¿Estás seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
- Me acabo de enterar, y…
- … o sea, que no sabes si es cierto. El segundo filtro es de la Bondad. ¿Quieres contarme algo bueno sobre mi discípulo?
- Todo lo contrario.
- Con que quieres contarme algo de él y sin saber si es cierto. No obstante aún podría pasar el tercer filtro, el de la Utilidad, ¿Me va a ser útil?
- No mucho
- Si no es cierto, ni bueno, ni útil ¿para qué contarlo?

Desde este diálogo de Sócrates, se nos enseña que la verdadera comunicación y el diálogo entre personas es válido si cumple con la verdad, pero plantea tres filtros necesarios para poder llegar al fondo real y verdadero del diálogo o del hecho: la verdad, la bondad, la utilidad.

Sin embargo, plantea algo razonable pero que deja la puerta abierta a la duda, si conocer algo malo que no se sabe si es cierto, ni bueno, ni útil para qué contarlo – afirma Sócrates. Ateniéndonos a esto podría afirmarse que el consejo que la peregrina le da a Angélica y evitar que el resto de la familia conozca la verdad de ella, sea un acto bondadoso y que por tanto “pase a mejor vida que en esta no se le ha perdido nada”. Queda remarcada en la historia que esa es la bondad de la trama, que refuerza al personaje de Martín, revelando un profundo sentimiento del amor noble. Pero ¿es la mejor verdad ocultarla?

En la trama y en la forma, aún distinguiendo las enormes diferencias, podría asemejarse el hilo central de la obra, la presencia de la muerte o una muerte “humanizada” a través del diálogo con otros escritos, tanto en cine como en teatro.

La obra clásica del director de cine Ingmar Bergman, “El Séptimo sello”, donde a lo largo de una partida de ajedrez, el caballero medieval roto interiormente por su lucha en las Cruzadas, se ve envuelto en el misterio de la vida, de la duda metafísica, del dolor, el sufrimiento, la incertidumbre, el sentido de lo eterno y entabla un apasionante diálogo con su interlocutor de juego, la muerte.


En el teatro, otra obra donde queda reflejada la angustia del ateo frente a la muerte y la existencia de Dios es en “El Visitante” del autor Eric Emmanuel Schimmt. En esta ocasión, el diálogo, siempre necesario sucede entre Dios y el ateo Freud "¿Qué es el hombre?", le dice Dios a Freud. "¿Un loco en su celda jugando una partida de ajedrez entre su inconsciente y su conciencia?". "Yo a Dios lo acusaría de promesas falsas -le contesta Freud-, porque todo es una promesa falsa; la muerte es una promesa no cumplida de vida”.

La profundidad del tema que trata Casona, con un acercamiento magistral en la cotidianeidad, con diálogos y planteamientos profundos sobre la vida, la muerte, el amor, el sufrimiento constata que el ser humano nunca podrá construirse solo, sino a través del otro, y desde el otro remitirse al Todo, a Dios.